Bestiario del norte
Un libro ilustrado del folclore gallego
An illustrated book of the Galician Folklore
“Galicia: Bestiario del norte” is meant to be a homage of the incredible and rich mythology belonging to the galician territory, a northern region of the Iberian peninsula. Within this book there are collected ten of the most representative creatures founded on the tales and legends of this land.
The project consist in a book which illustrate and describe the creatures of the tales. It also includes an artist-book inspired in the lunar cycle and the relationship between this and the werewolf.
Ilustraciones
Todas las ilustraciones recogidas en el libro se han hecho a mano con plumilla y tinta china, inspiradas por las técnicas de grabado tradicional e intentando evocar un estilo de grabado antiguo.
Apalpador
Un gran tipo el apalpador, siempre con buena cara, fumando de su larga pipa y con su característico aspecto desgarbado. Este gigante bonachón es el encargado de llevarles presentes a los niños gallegos en la noche del 24 de diciembre, no sin antes comprobar si estos han comido bien durante el año y si están bien alimentados. Tras completar su visita, el Apalpador deja un puñado de castañas asadas. La creencia popular lo sitúa en la sierra de Caurel, provincia de Lugo, donde habita y de donde es originario.
Al igual que otras figuras del norte de la Península, como el Olentzero en el País Vasco o el Anguleru en Asturias, el Apalpador baja de los montes, donde vive habitualmente, la noche del solsticio de invierno para entrar en las casas y tocarles la barriga a los niños mientras duermen (de ahí el nombre). Si los niños están fornidos, el Apalpador deduce que han comido bien durante todo el año y les deja algún presente junto a la cama, deseándoles que el año siguiente sean igualmente felices y se alimenten tan bien como el anterior.
Can do Urco
Se suele confundir al Can do Urco con el Urco en sí, pues la mayoría de las trasformaciones que adopta el Urco tienen la forma de un perro, pero la definición exacta para el Can do Urco es la de perro del infierno. Este representa el mal encarnado bajo la forma de un can colosal que augura la muerte. El Can do Urco habita en el Borrón, un lugar situado en el “otro mundo” del que se desconoce su localización exacta, aunque es probable que se encuentre sumergido bajo el mar, pues es de donde sale el Can do Urco cuando se pasea por la tierra de los hombres.
Tiene la forma de un perro de gran tamaño, de color negro, con largas orejas y con dos enormes cuernos que le salen del cráneo. En algunos relatos se dice que porta enormes cadenas al cuello, que arrastra por el suelo al caminar, haciendo un ruido aterrador. Cuando se aparece, los perros del lugar lo siguen como manada, aullando al unísono.
Biosbardo
Aparentemente, estos seres son criaturas salvajes que viven en los montes y bosques de Galicia, recalco lo de aparentemente porque nunca nadie ha sido jamás capaz de ver uno en persona. Es bastante difícil avistarlos pues son animales huidizos y les gusta vivir alejados de los ruidos y la civilización.
En cuanto a su aspecto, nadie sabe con exactitud cuáles son los rasgos físicos de estos seres. Los asiduos a la caza y las personas que afirman haberse topado con alguno hablan de pájaros de extraño semblante, otras historias sin embargo aseguran que los Biosbardos se manifiestan bajo la forma de un joven de gran belleza.
Se dice que si tienes la habilidad suficiente para cazar a un Biosbardo tendrás buena fortuna de por vida, siempre y cuando lo mantengas en secreto y no le enseñes el animal a nadie. Es precisamente esta la razón por la cual el aspecto físico de estos seres acaba derivando en meras especulaciones, pues si alguien en algún momento ha sido capaz de hacerse con alguno, lo más probable es que lo haya mantenido en secreto para así poder gozar de buena suerte el resto de sus días.
Lobishome
Por culpa de un destino maldito, una suerte de caída en desgracia, un meigallo (maleficio), el lobishome es en esencia un ser humano maldito, varón o mujer, que se ve forzado a convertirse en lobo en las noches de fadario.
La condición de Lobishome puede darse por distintos motivos: haber nacido en Nochebuena o en Viernes Santo, haber sido maldecido, estar bajo el influjo de algún meigallo o haber nacido el séptimo hijo varón de un matrimonio que no haya tenido ninguna hija. En este caso, este último hermano portará la fada y se convertirá en lobishome, a menos que el mayor de los siete hermanos lo apadrine en el bautizo. Puede ocurrirle también que se convierta en uno de los llamados Corredores, hombres o mujeres que por mala fada se ven obligados a transformarse en animal y a correr siete parroquias o siete fuentes, siete puentes y siete montes, uno por cada hermano.
Meiga
Las Meigas son una de las figuras más conocidas en las tierras de Galicia. La palabra Meiga (o maga) hace referencia a toda aquellas personas, normalmente mujeres, que posean cualidades mágicas o que empleen alguno de los usos de la magia, una idea que se remonta años antes de las creencias asociadas al imaginario cristiano. Las meigas gallegas no se diferencian de otras figuras asociadas a la magia (magos, magas, brujos o brujas) que aparecen en otras culturas europeas, pues probablemente, muchas de ellas guardan relación entre sí.
Mouro
Los mouros (o moros) son los antiguos habitantes de las tierras gallegas, conocidos como la Mourindade, una antigua raza anterior a los hombres y a cualquier civilización presente en la península, de rica y próspera cultura y poseedora de cualidades mágicas. De ellos se dice que fueron los artífices y constructores de los castros, los túmulos, los petroglifos y las demás estructuras antiguas presentes en Galicia.
Aunque sean un pueblo mágico, sus actividades y costumbres son similares a las de los humanos. Realizan las labores cotidianas de la casa como cocinar, tejer, hilar, lavar o tender la ropa. Son también agricultores y ganaderos, crían a sus animales bajo tierra y les acompañan a pastar y a beber agua a la superficie a través de complejos túneles y pasadizos. Son muy dados al ocio, pues les gusta tocar instrumentos y hacer música, ir a las ferias, bailar y beber vino cuando la ocasión lo pide, que por suerte para ellos suele ser bastante a menudo. La vida de estos seres es relajada, apacible y llena de lujos.
Ojanco
El Ojanco, también conocido en Galicia como Alláparo u Olláparo, en Cantabria como Oxancu u Ojáncano, en el valle del Baztán (Navarra) y en Gascuña como Becut, es un ser de aspecto ogroide, de dimensiones gigantes y con un solo ojo en la frente. De dieta antropófaga y con un apetito voraz, su naturaleza es extremadamente agresiva y feroz, lo que le lleva a atacar a aquellos transeúntes que tengan la mala suerte de toparse con él.
Por suerte, suele vivir en cuevas y cavernas situadas en las montañas, generalmente en la región de Lugo y Ourense, así como en tupidos bosques y montes, apartado de la civilización humana y de los pueblos.
El aspecto físico de un ojanco es aterrador. Mide varios metros de alto y es de constitución corpulenta; suele tener bastante vello en el cuerpo y una barba larga y tupida de color rojo intenso gobierna su rostro, aunque el color del cabello es un dato no común en los diferentes relatos.
La cualidad más característica del Ojanco es que posee un solo ojo situado en medio de la frente. Algunas historias hablan de Ojancos con dos ojos, uno en la frente y otro en la parte opuesta del cráneo, en medio del cogote. Esta imagen es común en los gigantes descritos en las leyendas irlandesas de origen celta.
Santa Compaña
En esencia, La compaña es la procesión de las almas en pena, que al dar las doce de la noche se alzan de sus tumbas para marchar en procesión por las calles y los caminos de Galicia. Su influencia se rige por las parroquias presentes en cada circunscripción. Los muertos enterrados en sus cementerios se alzan, respondiendo a la llamada y la voluntad del difunto que lleve más tiempo en el campo santo, entran en la parroquia y se hacen con aquello que necesiten y emprenden su marcha por los caminos de la zona.
Suelen vestir amplias sábanas o sudarios y caminan descalzos. Portan velas y candiles encendidos, algunas leyendas hablan también del uso de huesos en llamas, y allá por donde pasan les acompaña el titilar de las luces junto a una brisa espectral, acompañada de un miedo que hiela la piel.
Suelen llevar los útiles propios de una procesión católica, la cruz, cogida directamente de la parroquia, el caldero de agua bendita, el hisopo, el estandarte, una campana y un farolillo.
Trasno
Traviesos, barbudos y de baja estatura, los Trasnos adoran entrar en las casas ajenas y dar rienda suelta a su imaginación para organizar un pequeño caos desbaratando los utensilios de cocina, revolviendo en los cajones y hurgando en las despensas. En la mitología gallega se les describe como duendes domésticos, habitualmente de hábitos nocturnos, que irrumpen en las casas aprovechándose de que los inquilinos duermen, y se entretienen revolviendo los enseres domésticos y escondiendo cosas para mayor frustración de los habitantes de ese hogar.
Aunque su carácter sea, en cierto modo, destructivo, debemos recordar que su naturaleza no es maligna, a diferencia del Tardo, un pariente cercano suyo del que hablaremos más adelante.
Tardo
El tardo es un tipo de duende, al igual que el trasno, pero su malicia supera con creces la del resto de sus parientes. De naturaleza burlona y perversa, estas criaturas habitan bajo tierra y se cuelan en las casas a través de los agujeros que ellos mismos excavan y que resultan imperceptibles para los hombres en el abrigo de la noche. Sus costumbres son esencialmente nocturnas, siendo este el único momento del día en el que llevan a cabo sus maldades, y al colarse las primeras luces del día a través de la ventana, el tardo desaparece bajo tierra y no se le vuelve a sentir hasta que el sol se vuelva a esconder tras el horizonte.
Sus actividades son muy parecidas a las de los trasnos, pues el tardo es tan curioso como su congénere. Revuelven en los cajones de las casas y hurgan en las despensas, malmeten contra los utensilios de cocina y rebuscan en los armarios y neveras en busca de comida.
Aunque su pasatiempo favorito es, sin duda alguna, subirse encima de la gente mientras esta duerme, provocándoles terribles pesadillas. Al parecer esto le divierte, y mucho.